ARÍNZANO,
MIL AÑOS DE MISTERIO
ARÍNZANO, MIL AÑOS
DE MISTERIO
Desde hace casi 1000 años, Arínzano cultiva el misterio del Tiempo y la Naturaleza. Situada en un valle incomparable, magnificado por sus microclimas, la piedra, la tierra y el agua dan lugar a un terruño excepcional propicio a la expresión singular de tres grandes variedades de vino. La finca ha sido sucesivamente propiedad de monjes, señores y familias vitivinícolas, pero siempre ha tenido una vocación ligada al vino. Hoy, en el centro de este magnífico valle atravesado por el río Ega y el viento Cierzo, Arínzano revela vinos que conservan la fuerza y la gracia del Tiempo y la Tierra.
TERROIR
Arínzano es ante todo un paisaje magníficamente salvaje y vivo, un oasis en un entorno árido que ocupa 350 hectáreas de las que solo una tercera parte está dedicada a la vid. Este milenario valle glaciar recoge una corriente de aire fresco procedente del Atlántico que atraviesa los últimos macizos de la Sierra Urbasa para precipitarse por el río y hacia las laderas de la finca. En este vasto anfiteatro, las energías combinadas del viento Cierzo y el río Ega dan a cada parcela una inflexión particular. La tierra, la piedra y el agua le dan al lugar su poder, energía y emoción.
VINOS DE PAGOS
La denominación de Vino de Pago es la máxima categoría que puede obtener un vino en España, superior a la Denominación de Origen Calificada. Tras años de exhaustiva demostración de las cualidades únicas de su clima, geología y viñedos, Arínzano es la primera propiedad del norte de España en haber recibido este reconocimiento.