TERROIR
Arínzano es ante todo un paisaje magníficamente salvaje y vivo, un oasis en un entorno árido que ocupa 350 hectáreas de las que solo una tercera parte está dedicada a la vid. Este milenario valle glaciar recoge una corriente de aire fresco procedente del Atlántico que atraviesa los últimos macizos de la Sierra Urbasa para precipitarse por el río y hacia las laderas de la finca. En este vasto anfiteatro, las energías combinadas del viento Cierzo y el río Ega dan a cada parcela una inflexión particular. La tierra, la piedra y el agua le dan al lugar su poder, energía y emoción.
Arínzano está formada por 128 hectáreas de viñedo: 40 hectáreas de Chardonnay, 18 hectáreas de Merlot y 70 hectáreas de Tempranillo. Los viñedos están plantados sobre suelos formados por margas, arenas, calizas y limonitas de la era Neogénica, junto con yesos y dolomitas del Triásico. Cada una de las variedades fue plantada en un tipo de suelo y orientación específica de la finca, los que mejor se adaptan a su cultivo.
No hay grandes vinos sin grandes terruños. Y solo los hombres pueden revelarlos. Cada parcela de la finca es elaborada por separado por el enólogo y su equipo. Lejos de prejuicios del pasado, Arínzano practica una enología moderna y precisa, dictada por la intuición y la experiencia más que por recetas y técnicas.
Debido a las cualidades únicas de su terroir y filosofía vitivinícola, Arínzano es galardonada en 2007 con la prestigiosa denominación Vino de Pago, máxima categoría de un vino en España. Arínzano es la primera bodega del norte de España en obtener esta distinción que, al día de hoy, ostentan solo 24 bodegas españolas. La denominación Vino de Pago, que se aplica a toda la finca, consagra la búsqueda de la excelencia en un terruño milenario que se practica todos los días con la misma dedicación y devoción que aquellos monjes que trabajaron la vid, allá por 1055.
No hay grandes vinos sin grandes terruños. Y solo los hombres pueden revelarlos. Cada parcela de la finca es elaborada por separado por el enólogo y su equipo. Lejos de prejuicios del pasado, Arínzano practica una enología moderna y precisa, dictada por la intuición y la experiencia más que por recetas y técnicas.
Debido a las cualidades únicas de su terroir y filosofía vitivinícola, Arínzano es galardonada en 2007 con la prestigiosa denominación Vino de Pago, máxima categoría de un vino en España. Arínzano es la primera bodega del norte de España en obtener esta distinción que, al día de hoy, ostentan solo 24 bodegas españolas. La denominación Vino de Pago, que se aplica a toda la finca, consagra la búsqueda de la excelencia en un terruño milenario que se practica todos los días con la misma dedicación y devoción que aquellos monjes que trabajaron la vid, allá por 1055.